lunes, 7 de diciembre de 2009

EL VIEJO ARTE DE ESTAR SOLO.



Buscar novi@ debería ser un pasatiempo divertido y no una obsesión enfermiza. En mi caso, por lo menos, detrás de este impenitente ejercicio de exploración mundana y selección natural (que ya lleva su buen tiempo) no hay ni un gramo de intranquilidad, desesperación, despecho o angustia, cosas que recién entiendo y que me costo hacerlo.

Si digo que busco novi@ es porque a menudo me provoca conocer a un chic@ que –como una pieza de madera– calce exacta en el espacio pendiente de mi rompecabezas personal.
Pero tampoco me hago paltas. Si llega, genial. Si no, también. La soledad, lejos de intimidarme o asustarme, me resulta confortable. Demasiado confortable, diría. Aunque a mucha gente le extrañe, hay cosas que me gusta hacer preferiblemente solo: ir al cine, shopping, visitar una librería, sentarme en mi banca preferida y fumar escuchando una buena canción y una de mis preferida tomar un buen café únicamente acompañado de mi mismo. Hay días en la U que, incluso, en que almuerzo solo (provisto, eso sí, de una buena revista de actualidad). También me gusta, de vez en cuando, sentarme en la barra de un bar o en la mesa de un cafetín y saber que puedo ver y entender el mundo desde el espumoso y melancólico horizonte de mi vaso de cerveza. Quizá es por eso mismo que disfruto tanto manejando en bicicleta. Estar al volante, maniobrar el timón, pisar los pedales, decidir los cambios e imprimir velocidad a la bicicleta es toda una epifanía de la independencia.

Alguien podría jalonearme las orejas con razón y preguntarme “si tanto te gusta estar solo, qué diablos haces buscando novi@”. Y yo podría defenderme diciendo que una cosa lleva a la otra, porque me parece que únicamente las personas que saben estar solas pueden advertir y valorar después la dimensión de una buena compañía.

A veces creo que esta actitud medio retraída –y que podría parecer una grave propensión hacia el autismo– está relacionada con mis aficiones predilectas (leer y escribir son, finalmente, actos solitarios por definición). Sin embargo, tengo una justificación antropológica más razonable y que se reduce al inapelable hecho fáctico de que al mundo venimos SOLOS y del mundo nos vamos SOLOS. Los nacimientos de mellizos, trillizos, cuatrillizos son siempre una novelería, una rareza digna de las portadas de los diarios (y de las carpas de los circos). Lo normal, lo que se espera, lo típico es que uno nazca solo. Igual pasa con la muerte. Uno se marcha a solas. ¿O acaso alguno de ustedes ha visto entierros en parejas o ataúdes con doble compartimiento? Lo lógico, otra vez, es que la gente se despida individualmente.

Por eso me irritan un poco las personas que no saben estar solas. Esos hombres y mujeres que creen que la soledad es sinónimo de acabamiento, derrota o exclusión. Personas que buscan por todos los medios emparejarse, y terminan enganchándose con alguien a quien no aman, pero que representa eso que tanto persiguen. Sin darse cuenta, acaban enamorados de una figuración, de un espejismo: no de la persona, sino de lo que la persona temporalmente encarna.

Me apenan las personas que no se soportan a sí mismas, que no se toleran, que se asfixian en el silencio de sus habitaciones, y que no se interpelan delante del espejo por miedo a descubrir vaya uno a saber qué incómodas verdades. Esas personas, con tal de combatir su paranoia de quedarse solos, son capaces de estar con quien pueden y no con quien quieren, ignorando que así extienden su tragedia.

Esa actitud responde a una típica mentalidad empapelada de frases como “voy a darme una oportunidad con él”, “no lo amo, pero lo necesito” o “sé que con el tiempo puedo enamorarme de ti”. Desconfíen cuando escuchen esas gentiles fraces, porque detrás de ellas suele haber gente cobarde, miedosa que hipoteca su libertad y se abraza a una relación en la que no cree.

Tengo un amigo que sostiene que uno se empareja porque, inconscientemente, busca un testigo, alguien que pueda dar crédito a tus vivencias y sea quien las corrobore ante los demás. Una especia de fact checker sentimental. Tiene sentido. En todo caso, creo que todos se merecen vivir una larga temporada sin pareja. Pasarla solos un rato, sin más interlocutores que uno mismo.

De hecho, yo no busco novi@ para que me ‘rescate de mi soledad’. Al contrario, busco para que venga a compartirla conmigo.

PD.estoy en un estado de tranquilidad total que no me importa lo pasado mucho menos el futuro ,por que solo vivo este momento y es una paz y felicidad que muy pocas veces la he sentido,

no hay nada como una buena compañia y que mejor si eres tu, disfrutemos nuestro momento hasta que la persona adecuada llega.

Song 2 - Blur

sorry por no poner el video oficial en ese video hay una parte que siempre hago cuando me siento feliz saltar en mi cama :D

4 comentarios:

  1. post historico... nuevo diego .. no tan nuevo pero si con otro cerebro... chio,kevin no es celos ni despecho solo chisme gg :D

    paz paz paz !!!!!!!!!!!!!

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  2. Te felicito..ya son dos vcs k leo tu blog...me parece k ers bueno cn sta clase d articulos.
    Algo k tardara mucho en cambiar son los esteriotipos en nuestra sociedad, todavia seremos chikas de su casa o chikas faciles...
    Le diste en el clavo cn ste articulo
    Salu2

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  3. ufff me has descrito completamente....

    wow me encanta lo que escribes..... tus palabras me llegaron a mi solitario corazon!!!....y gracias a ti disfrutaré mi presente hasta que la persona adecuada llegue!!! tkm

    cdt muxo

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  4. realmente no se si es tarde para decirlo y para haberlo encontrado, pero esta muy bueno tu articulo,me ha costado mucho superar un ruptura de la que solo vivi un mes, pero que pena por aquellas personas que amamos de verdad y como el mundo esta acostumbrado al libertinaje y promiscuidad hacen que los pequenos detalles y lo verdadero y lo puro ya no sea importante, no puedo ser de esas personas que reemplan a otras como si nada, cada persona es importante y bastante especial, asi que apoyo tu mensaje de estar solo, manteniendo asi el respeto a la persona que realmente amaremos y no asi utilizando a las personas como si fuesen objetos, muÑecos, jugando con ellos en este caso como jugaron conmigo, estar solo es bastante especial y la persona que sabe amarse asi misma en soledad, podra dar a otra persona, no siendo asi caeria en la vulgaridad y lo ordinario de la vida....saludos atte D.L.

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