lunes, 30 de noviembre de 2009

¿ESTAMOS SALIENDO?


RESULTA QUE EL DICCIONARIO DEL AMOR HA CAMBIADO

Entre primaria y secundaria me empezaron a llamar la atención esas -para mí en aquel momento- tan lejanas e imposibles historias de amor. Comencé a ver a parejitas sentadas en las escaleras entre los pabellones de clases, los primeros besos en vivo y en directo, las fotos carné dentro de la billetera, cadenas de plata de los chicos colgadas del cuello de las chicas y viceversa; y claro, los chismes. Quién estaba con quién, cómo así y desde cuándo, era lo primero que todos querían saber antes de la campana de entrada y del timbre de los recreos. De ese modo me enteré lo que era “afanar” a alguien. No era nada sencillo; era todo un proceso. Había pasos que seguir para lograr el tan ansiado “sí, quiero estar contigo”. La cosa era así: primero te gustaba alguien, luego alguien te hacía el bajo, es decir, alguien se enteraba que la chica/chico que te gustaba también gustaba de ti. Si era sí, ahí arrancaba la cosa. Primero, te armabas de valor para acercarte o llamar por teléfono (la pedida de teléfono era un clásico, a falta de correo electrónico, mensajes de texto y demás medios electrónicos que ahora eliminan el factor “roche” de la comunicación entre dos personas).

Después del teléfono venía la también conocida época del afán. No recuerdo con exactitud cuánto demoraba esto, pero era el tiempo en que los dos personajes en cuestión pasaban de ser amigos (así no hubiesen sido anteriormente amigos realmente) a ser “enamorados”. Definitivamente, hoy la cosa ya no es así. Ahora la gente “sale”. Yo quiero saber, ahora que lo vivo, ¿cuál es el significado de “estamos saliendo”?
Si me hago esta pregunta es porque, obvio, no tengo respuesta. Así que solo puedo soltar conjeturas que ya habían comenzado a rondar por mi cabeza desde que empecé a, literalmente, salir; y que, se han hecho más palpables ahora, cuando me he visto reiteradas veces cuestionado (por muchas personas, de diferentes contextos, amigos, compañeros de clase, conocidos y desconocidos) y puesto entre la espada y la pared con la misma pregunta: ¿ya tienes novia? Yo pongo mi cara de póquer y he tenido que responder: No, estamos saliendo. Y es la verdad.

Sin embargo, irremediablemente me zambullo en el mar de etiquetas que podría ponerle a las diferentes relaciones que he tenido en mi vida. Pienso que a mis queridos barrios imaginarios como Amigolandia e Ilusiolandia, habría que sumarle Agarrelandia, Revolcónlandia, Quiero-conocerte-un poco-más-landia, Te-estoy- meciendo-landia, Me estás-meciendo-landia, Sí quiero algo contigo-pero-todavía-no-sé-qué-landia, No-quiero-nada serio contigo-landia y Solo-estamos-gileando-landia (¿ven? ya aprendí). Miles de terrenos más, en los que supongo que uno habita mientras encuentra o busca lo que quiere en alguien que esté buscando o encontrando lo mismo en uno.

Pero dejémonos de palabras. Es irónico que exista un término como “salir” que justamente define lo no-definido. Salir puede implicar (o no) fidelidad, constancia, ese “ir” hacia algún lado juntos, etc. No hay reglas, no existen los compromisos. No hay nada establecido.

Las etiquetas no me gustan, porque no siempre definen a una relación. Y las relaciones no se definen porque sí. Ponerle un nombre a una relación es hacer explícito un pacto entre dos, íntimo y privado. Sea cual sea. Pienso que solo así vale abrir el diccionario y leer que “salir” es de alguna manera probar, conocer, tantear, ver si esa persona te gusta y más importante aún, si te gusta lo suficiente para dar un paso más. No ese que te hace ser “novios”, sino el paso importante, el interior: la decisión de elegir a esa persona para quedarte a su lado y dejarla quedarse a tu costado; pero de ninguna manera salir significa mentir de manera soterrada o de fingir sordera emocional. Eso, simplemente, no se hace, aunque resulte tentador.

PD. el problema con esta frace o este "tipo de relacion" es que no siempre es igual para las dos personas, existe de pormedio las iluciones que tenga uno con el otro asi que la mejor manera es ser sinceros y decir o preguntarle ¿que es lo que tenemos?
DIME TU SI QUISIERAS ANDAR CONMIGO.


Andar Conmigo (Unplugged) (En Vivo) - Julieta Venegas

Esta es una escena de dos desconocidos que se animaron a salir. (ELIZABETHTOWN

jueves, 26 de noviembre de 2009

HUYENDO



Desde cuando somo el futuro de alguien,cuando ese alguien vive con su presente

Estaba aburrido y moría de hambre, la garganta para variar me dolía y hacia un frio espantoso cuando mi celular comenzó a timbrar. Era un número que no conocía. Igual contesté, Felizmente lo hice. Era una amiga con la que no hablaba hacía mucho. Ella me preguntó qué estaba haciendo. Yo le dije que estaba encerrado en mi habitación con el cuerpo adolorido con muchísimo frio. Me preguntó si podía visitarme. Por el tono de su voz y su, entre comillas, no importarle mi estado de salud, supe que no era una visita social ni repentinas ganas de verme, sino algo realmente importante. Le dije que la esperaba. Por motivos que entenderán líneas abajo, desde ahora la llamaré Claudia.

Mientras la esperaba pensé que, aunque la quería mucho y me gustaba estar con ella, durante el último año solo había visto a Claudia en alguna reunión, en alguna fiesta, bar, restaurante o saliendo de clases. Llegó al fin y se sentó al borde de mi cama. Estábamos casi a oscuras porque yo había cerrado las cortinas para poder dormir de día, pues mi noche había sido un infierno. Claro, ésta se convirtió en un paraíso cuando ella se decidió a comenzar a hablar.

Claudia me conto que hace exactamente un mes (26 de octubre - 26 de noviembre) venia saliendo con un chico al que en el poco tiempo avía llego a querer intensamente, me conto que tenia detalles bonitos para con ella, el sexo que lo habían hecho más de 1 vez era más que bueno, también me conto que nunca había sentido una paz igual a la que siente cuando esta echada sobre su pecho escuchando el latido de su corazón mientras el acaricia sus cabellos, en el poco tiempo que lo conocía llego a aguantar sus defectos y acomodar su horario para que coincida con el de él .
Lo quería y mucho, sin mencionar las gran distancia que los separaba en gustos musicales , su adicción a las fiesta y todo lo que conlleva eso, Claudia lo encontraba adorable y sabia que el también la quería ,por un buen tiempo Claudia fantaseaba con su relación y cada segundo miraba al celular esperando a que el la llamara.

Yo puedo dar fe de que Claudia lo quería ya que personas como ella y yo nos comprometemos emocionalmente muy rápido y que a veces el tiempo (1 mes en este caso) no importa sino la intensidad que ambos dan a sus sentimientos.
Pero como sabemos no toda historia siempre es un cuento Disney, y doy de cocachos a Claudia porque siempre lo supo, su historia o romance idóneo como ella quiere llamarlo no era exclusivamente de los dos, el siempre tuvo a alguien a quien juraba iba a dejar cuando se presente la oportunidad perfecta, claudica en el fondo (muy, muy en el fondo) sabia k eso nunca pasaría pero lo que ella vivía al lado de él no le permitía pensar en las contras.

Según lo poco que se (saco deducciones de los relatos de Claudia) estoy casi seguro que el chico la quiere tanto como ella, y que por razones de falta de delicadeza, bigamia o simple miedo no podía romper con la "otra".
Esa noche (26 de noviembre) quedaron de verse donde siempre y cuando digo donde siempre me refiero al parque que ya lo llaman "nuestro" no era un día cualquiera, a pesar de que Claudia fingiera que si lo era, llevaban saliendo un mes y todo salía a la perfección Claudia no podía perder mas y lo único que tenía que hacer era disfrutar de tenerlo junto a él riendo de tonterías, hablando de todo y de nada, fumando juntos sin importar nada ni nadie sino simplemente viviendo el momento .

Mientras ambos reían fueron interrumpidos por el ring del celular del chico, contesto de lo más normal sin ver quien era pero al escuchar la voz del otro lado del celular, su expresión de paz cambio a la de un fijativo al que la policía ya tienen acorralado, sus respuestas eran monosilábicas lo que en Claudia sembró la duda y empezó a cuestionar la identidad anónima del personaje de la llamada misteriosa. Después de que el cortara la llamada empezó a mirar por todo el parque como buen paranoico, a Claudia le incomodo y preocupo esa reacción así que hizo la pregunta que desde hace unos minutos se preguntaba ¿quién era? Mi enamorada dijo él, Claudia se quedo llamada mirando al suelo preguntándose si algo mas podía salir mal ,cuando él la tomo por la muñeca y le dijo VAMONOS MI ENAMORADA ESTA MUY SERCA AL PARQUE, corrieron una cuadra escapando de la enamorada hasta que Claudia lo detuvo, invento algo que tenía que hacer con urgencia se despidió con una sella y se fue corriendo en dirección contraria, mientras trataba de huir a algún lugar donde pudiera estar sola y lamentarse lo tonta que fue, se pregunto¿ qué estaba haciendo?, ¿qué paso con su dignidad?, ¿era la amante de un tipo que prometía dejar a la otra y vivir en un fantasía?,¿ que pensaba que pasaría, que pensaba que estaba pasando?,¿ nuevamente fue cegada por promesas?.

Crear victimarios y hacernos las victimas era por las puras, lamentarnos y decir ¿porque no me di cuenta?, ¿porque no lo deje cuando me dijo que tenía enamorada? a estas alturas no servían mucho. Lo mejor era sentarnos un momento a respirar y pensar un momento, a veces alejarnos es mejor que estar juntos cuando algo te hace daño.

Al día siguiente Claudia me conto que se fue a la cama muy triste y despertó mucho mas, la verdad es que también esa noche no dormí del todo bien, porque parte de mis sentimientos son igual a los de Claudia ambos damos mucho, ambos nos involucramos mucho emocionalmente y a ambos se no es difícil decir adiós por más que sabemos es lo mejor.

cancion que de seguro a claudia se le paso por la mente.

Somos Amantes - Eva Ayllon

"Fidelity" de Regina Spektor
(Aquí va el video de una chica , que se metió con un chico que no mostró su rostro real)

lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Dónde estás que no te veo?


Dicen que el que la busca la encuentra y que el que la sigue la consigue. Pero esas lecciones de perseverancia no siempre dan resultado. Uno puede pasarse tocando una puerta, una que por X motivos creen que es por la que deben de entrar, y no porque insistas e insistas la persona que está al otro lado te va a abrir. Bueno, finalmente lo puede hacer por cansancio, pero créanme que, si es así, lo hará de tan mala gana que van a desear que la puerta se hubiera mantenido cerrada.

No creo que buscar, buscar y buscar hasta encontrar lo que estás buscando sea una buena táctica. Piensa en todas las veces que tus llaves han desaparecido de tus bolsillos o mochila, cuando el par del zapato que combina perfecto con lo que te has puesto se fue caminando del clóset y se puso a jugar a las escondidas en el rincón más oscuro que hay debajo de tu cama.

¿Cuántas veces has rastreado tu casa buscando desesperado el control remoto del televisor –o cualquier cosa para tal caso- durante largos e infructuosos minutos solo para que, un rato después, llegue alguien y te señale que lo que buscabas desesperadamente estaba ahí, en tus narices, camuflado como un experto camaleón?

¿Ven? A veces es mejor no obsesionarse con encontrar las cosas, relajarse y alegrarse cuando estas se nos cruzan en el camino.

Ojo, no lean mal. De ninguna manera estoy diciendo que uno no debe luchar por lo que quiere hasta lograrlo. Solo estoy diciendo que, en cuanto a encontrar cosas perdidas se trata –y amores también, en un ratito les explico-, nuestra insistencia en vez de atraer las cosas, las puede repeler. Si buscas, buscas y buscas enfermizamente, probablemente llegues a pensar que todo lo que brilla es oro.

Aquí una historia para los incrédulos…

Después de una ruptura algo traumática, pensé que iba a ser imposible que volviera a encontrar a otra persona con la que pudiera verme en un futuro. Asustado -sí, ahora me doy cuenta que lo que me movía era el miedo a quedarme solo- quise llenar ese vacío, pero lo único que logré en esas noches de soltería fue hacer que cada vez sea más grande.

Salí con un par de personas mas ,que en el papel, eran todo lo que estaba buscando, cumplían con todos los requisitos que, sin darme cuenta, había enlistado en mi mente: independencia , temas interesantes de conversación, buen gusto y pasatiempos comunes,entre otras cosas más químicas que físicas.

Al principio, las reglas del juego eran claras: Ellas solo querían pasarla bien y yo también, porque ¿quién quiere empezar una relación cuando acaba de terminar una? Pero al final, porque no puedo evitar involucrar mis sentimientos, siempre terminaba queriendo más.

Darme de cocachos con la realidad, con la desilusión de que ese “algo más” no estaba en sus planes, al menos no conmigo, sí que me vino mal. Y como les dije, hizo que me sintiera más solo y, lo que es peor, que me convenciera de que simplemente no iba a encontrar a alguien que me quisiera de verdad, tal cual era. (Andaba algo decaído).

como siempre la ayuda de una buena amioga en este caso chio vega me ayudo a comprender que a todos nos llega la hora de amar que por mas que lo desearamos con todos nuestras fuerzas o nos escondamos de el , nos encuentra y nos atrapa.

A lo que voy es que eso no lo busqué, simplemente llegó y la necedad de mi búsqueda de manzanas verdes casi hace que deje pasar a esta jugosa manzana roja. Y lo más importante es que ella me ayudó a sacarme la venda de los ojos, a no cerrarme a las posibilidades que ya tenía preconcebidas. chio me calmó, me hizo ver que no era necesario que anduviera todo el tiempo con el radar en on y desterró mi idea de que no iba a poder sentir algo genuino por alguien de nuevo, sin poses ni caretas, y viceversa.

Después de que se fue, quedé más calmado, convencido de que me iba a encontrar con ese amor que tanto creía que necesitaba cuando tuviera que encontrármelo, porque simplemente ya era mi turno, no porque me había matado buscándolo. Y así sucedió.

Moraleja: No se empecinen en encontrar a LA persona. Cuando sea el momento, la verás sonriendo delante de ti.

Es hora de que se manifiesten. ¿Creo que tengo razón o no? En estos casos, ¿el que busca encuentra o creen que esa actitud de caza constante empeora la situación?

todos,incluso freddie mercury buscamos alguien a quien amar.

10 Somebody to Love.wma -

YOU FOUND ME, la pregunta es nos daremos cuenta?!!!!!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

No te vayas sin decir chau...


HAY QUE TENER VALOR PARA DECIR ADIÓS.
Las separaciones son un asco, o por lo menos se sienten como si lo fueran. Creo que todos, con pocas excepciones, hemos pasado alguna vez por una ruptura y al que me diga lo bien que la pasó, no le creo. Así sea uno el que decide terminar una relación o al revés, siempre habrá un momento difícil, incómodo, doloroso, interminable, aterrador -para muchos- en que le tienes que informar a otra persona que ya no quieres estar más con ella. Pero, y este es un gran “pero”, hay muchos cobardes sueltos por ahí, que prefieren agarrar una garrocha y al mejor estilo de las olimpiadas, saltarse el mal rato.
A mí me pasó hace muy poco (la semana pasada para ser exactos como perfecto cuento de terror sin mencionar que era halloween) y me hizo pensar que ya me había ocurrido antes.
Si viajo hacia el pasado, recuerdo algunos sujetos que en vez de despedirse se retiraron por la puerta falsa, a escondidas, como si fueran ladrones; casi, casi, como criminales. Vamos de atrás para adelante.
El primero me dijo el popular “ya vengo”. El peor, dejó la puerta abierta, tomó un avión imaginario sabe dios a donde y jamás regresó, por lo menos no a mi vida. Poco después me enteré de su relación con otra persona que tuvo el descaro de tratar de ocultar. Por más que lo intentó, no pudo. Y funcionó eso de “seré tonto, pero no cojudo” y lo arrinconé en la puerta de su casa como un gángster. Sí, antes mi orgullo y mi amor propio funcionaban de otra manera, mejor dicho, no funcionaban. Se intentó hacer el loco, pero le dije que me debía una explicación. Sentados en un café (no sé por qué algunas personas piensan que en un lugar público están libres de pasar por un “escándalo”), no hubo un tal escándalo. Con dos lágrimas, una en cada ojo, le dije que era una pena que aún en ese punto de la situación (porque ya no era una relación), me siguiese mintiendo y no me dijera a la cara que ya no me amaba, que así de simple era la cosa, que me haría un favor para ayudarme a olvidarlo. Pero no. Aún habitaba el país de los cobardes y caraduras. Así que mientras me terminaba la cerveza que tomaba pensé: ¿por qué no me siento tan mal?, ¿por qué mis ganas de asesinarlo se habían desvanecido? Y claro, la respuesta es simple. Las decepciones tras decepciones aniquilan el amor como el Raid a las cucarachas. Así que me paré, no le di ni medio beso y le dije: yo sí tengo algo que decirte y es bien cortito, ya no te quiero, chau.
Tengo que decir que aún sin quererlo, por lo menos no de la forma como creía que lo amaba, no fue fácil dejar atrás esa relación y seguir para delante, pero lo hice. Tenía a otra persona a quien amar y la había dejado a un lado.
Tengo dos malas noticias para los novios fugitivos. Una, por más que una relación de amor se haya convertido en una de terror, no deja de ser un 100% partido exactamente por la mitad para ambas partes (así uno de los dos haya cargado con más o menos porcentaje de su responsabilidad) y ese compromiso intangible vale hasta el final. Hasta la despedida. Y dos, no tengo idea de por qué algunos le tienen tanto miedo de enfrentarse a una despedida. Nadie va a sacar un machete y les va a cortar la cabeza. Estoy seguro de que muy al contrario de lo que la mucha gente piensa, no es solo miedo a la reacción que el otro puede tener o a herir sus sentimientos, sino a hacerse daño a sí mismos. Y eso es, además de cobarde, bajo y egoísta.
Aunque suene irónico, cuando a mí me tocó estar del otro lado y terminar dos relaciones, me encontré en ese mismo momento lleno de dolor, desconcierto y lágrimas. Porque es simple. Duele separarse de quien has querido, de la persona con la que compartiste tanto, de ese futuro que ya no hay quien salve. Pero lo hice, ante los ojos de borrego degollado de ambas personas. No hice un mágico acto de desaparición ni dejé que me rogaran un solo día pidiéndome una explicación. No es fácil decir “ya no te amo” o “ya no quiero seguir con esto”, quizás no de la misma forma que oírlo, pero así sea un trago recontra amargo, respiré hondo, bajé la cabeza, tragué saliva y lo dije. Por respeto, por cariño. Sí me importó que luego me odiaran por un tiempo, que hablaran basura de mí o que les estuviera rompiendo el corazón. Pero me importó más poner las cartas sobre la mesa. Ser honesto. ¿Quién quiere a su lado un amor de mentira? De más está decir que ahora ambos están felices con alguien mejor a su lado, y que ese episodio de la vida que compartimos no les importe un pimiento partido por la mitad. Mi conciencia estuvo y está tranquila, así no haya sido la novio que ambos esperaban, así haya roto buena parte de sus sueños de ese momento.
Si dos personas tuvieron el entusiasmo, tiempo y esfuerzo para estar juntos el tiempo que haya sido, ¿no basta solo eso para tener una despedida decente?, ¿qué se hace cuando alguien con quien tuviste algo de pronto desaparece sin decirte un mísero chau?, ¿se llama a los cazafantasmas?, no creo. A nadie le gusta que fantasmas del pasado ronden sus vidas llenas de palabras no dichas, de eso que se te queda atracado en la garganta, de algún reproche, de un “perdóname”, de un “esto es lo que no puedo perdonarte”, de un beso, un abrazo, en fin, una despedida. Para eso existe una cosa llamada valor. Y hay que tenerlo para poder decir adiós.
PS. Esto no lo escribí para ti, pero sí que me hiciste pensar, ¿Por qué desapareciste?
La mejor forma de poder despedirse de alguien.


Goodbye My Lover - James Blunt
Creo que no hay forma más clara de explicar en imágenes y música como me siento hoy.(desde el domingo)